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LA INDUSTRIA AZUCARERA NOS «ENGAÑO»

azucarLa industria azucarera nos ‘engañó’ y ‘manipuló’ a todos

 

Los Institutos Nacionales de Salud habían llegado a la conclusión en 1969 de que centrarse en la reducción del consumo de la sacarosa «aunque teóricamente posible», no era práctico como una medida de salud pública, según revelan los documentos, cuyo análisis se publica en un artículo en la edición de este martes de la revista ‘Plos Medicine’.

 

Hace 65 años, la industria azucarera ya reconoció que su producto provoca caries. Según unos documentos recién descubiertos sobre el papel de la industria en el programa de salud dental estadounidense de 1970, analizados por investigadores de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, una organización comercial de la industria del azúcar en representación de 30 miembros internacionales ya aceptó en 1950 el hecho de que el azúcar causa caries en los dientes.

Por ello, la industria azucarera trabajó en estrecha colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en la década de 1960 y 1970 para desarrollar un programa de investigación federal centrado en enfoques distintos a reducir el consumo de azúcar con el fin de prevenir las caries en los niños estadounidenses, como refleja el archivo de 319 documentos de la industria descubierto en una colección pública de la Universidad de Illinois, Estados Unidos.

Los Institutos Nacionales de Salud habían llegado a la conclusión en 1969 de que centrarse en la reducción del consumo de la sacarosa «aunque teóricamente posible», no era práctico como una medida de salud pública, según revelan los documentos, cuyo análisis se publica en un artículo en la edición de este martes de la revista ‘Plos Medicine’.

Por ello, la organización comercial de la industria del azúcar y el NIH trabajaron en paralelo y, en última instancia, juntos en el desarrollo de enfoques alternativos de investigación. El 78 por ciento de un informe presentado al Instituto Nacional de Investigación Dental (NIDR, por sus siglas en inglés) por la industria azucarera se incorporó directamente en la primera petición del NIDR de propuestas de investigación para el Programa Nacional de Caries de 1971.

LA INVESTIGACIÓN PERJUDICABA A SUS INTERESES

La investigación que podría haber sido perjudicial para los intereses de la industria azucarera (como el estudio de métodos para medir la propensión de alimentos específicos para causar caries) se omitió de las prioridades de investigación identificadas en el lanzamiento de dicho programa.

«La comunidad dental siempre ha sabido que para prevenir la caries en los dientes es necesario restringir la ingesta de azúcar –afirma el primer autor Cristin Kearns, un erudito postdoctoral en UCSF que descubrió los archivos–. Fue decepcionante saber que las políticas que estamos debatiendo hoy se podrían haber abordado hace más de cuarenta años».

Aunque la caries dental es en gran medida prevenible, sigue siendo la enfermedad crónica líder entre los niños de Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El CDC estima que más de la mitad de los niños y adolescentes estadounidenses tiene caries en sus dientes de adulto, y el 15,6 por ciento de los niños de 6 a 19 años posee caries sin tratar, que pueden llevar a la pérdida de dientes, infecciones y abscesos.

Kearns descubrió los papeles en una colección que dejó en la biblioteca de la Universidad de Illinois el fallecido Roger Adams, profesor emérito de Química Orgánica que trabajó en la Fundación de Investigación del Azúcar (SRF) y Consejo Asesor Científico de Investigación de la Fundación Internacional del Azúcar (ISRF, por sus siglas en inglés), que se convirtió en la Organización Mundial de Investigación del Azúcar.

Incluyen 1.551 páginas de correspondencia entre los ejecutivos de la industria del azúcar, actas de reuniones y otros informes relevantes de entre 1959 y 1971. Kearns y los coautores de UCSF Stanton A. Glantz y Laura A. Schmidt analizaron los documentos en contraste con informes del NIDR para explorar cómo la industria del azúcar puede haber influido en las políticas de investigación del Programa Nacional de Caries de 1971.

LA INDUSTRIA INFLUYÓ EN LOS PLANES DE SALUD DENTAL

El análisis mostró que a finales de 1960 y principios de 1970, la industria azucarera financió la investigación en colaboración con las industrias de alimentos aliadas sobre enzimas para romper la placa dental y una vacuna contra la caries dental. También muestra que mantuvieron relaciones con el NIDR y que un panel de expertos de la industria azucarera es común a todos menos uno de los miembros del panel de NIDR que influyó en las prioridades del programa de la caries del NIH.

La mayoría de las prioridades de investigación y los proyectos iniciales fracasaron en gran parte en su intento de producir resultados en un gran escala, según hallaron los científicos que analizaron los documentos. «Estas tácticas son sorprendentemente similares a lo que vimos en la industria del tabaco en la misma época», apunta Glantz, que realizó descubrimientos similares en la década de 1990 sobre los trabajos de la industria del tabaco.

«Nuestros resultados son una llamada de atención para los funcionarios gubernamentales encargados de proteger la salud pública, así como los defensores de la salud pública, al entender que la industria del azúcar, al igual que la industria del tabaco, busca proteger los beneficios sobre la salud pública», agrega Glantz.

Aunque los autores reconocen que los papeles de Adams proporcionan una ventana pequeña sobre las actividades de una asociación de la industria del azúcar, señalaron que la posición actual de la industria del azúcar sigue siendo que la salud pública debe centrarse en la pasta de dientes con flúor, selladores dentales y otras maneras de reducir el daño del azúcar, en lugar de reducir el consumo.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la oposición de la industria a las propuestas políticas actuales, incluyendo directrices recién dictadas por la Organización Mundial de la Salud de reducir el azúcar añadido a menos del 10 por ciento de la ingesta calórica diaria, no debe permitir que se bloquee esta prudente norma de salud pública.

«Hay evidencia sólida ahora que une el exceso de consumo de azúcar con las enfermedades del corazón, la diabetes y enfermedades del hígado, además de la caries dental», afirma Schmidt, quien también es investigador principal en la iniciativa SugarScience liderada por la UCSF. «Los tiempos han cambiado desde entonces, pero esto es una lección de lo que puede suceder si no tenemos cuidado en mantener la integridad científica», alerta.

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