El ajo negro es blando, ligeramente aromático con un toque a vinagre balsámico, melaza y de regaliz. Los beneficios del ajo normal ya los conocemos. Se usaba hace más de 5.000 años en medicina y en la gastronomía . El ajo contiene fitocomponentes que actúan en sinergia para mejorar nuestra salud. Está compuesto por: manganeso, selenio, calcio, fósforo, vitaminas C y B6. Además el ajo nos ayuda a depurar el organismo de metales pesados como el arsénico o el mercurio.
El ajo es un excelente alimento medicinal ya que estimula nuestro sistema inmunológico, combate la inflamación, mejora el sistema cardiovascular y la circulación de la sangre e inhibe el crecimiento de células tumorales.
Beneficios y propiedades del ajo negro
El ajo negro es un ajo convencional que ha pasado por un proceso de ‘fermentación’. Lo ponemos entre comillas porque no se puede definir como tal dicho proceso. En este proceso no intervienen bacterias sino que se lleva a cabo por la reacción de ciertas enzimas que contiene el ajo. Este proceso hace que el ajo sea más rico en antioxidantes, calcio, fósforo y proteína vegetal.
Además, entre sus beneficios destaca:
- Tiene efecto hipotensor, digestivo, expectorante y antibiótico.
- Es excelente para cuidar nuestro sistema cardiovascular y para ayudar a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo.
- Para mejorar la circulación sanguínea y prevenir trombos el ajo negro es un excelente aliado.
- Estimula la formación de colágeno, por lo que resulta muy beneficioso para mejorar el estado de nuestra piel y retrasar su envejecimiento.
- Mantiene nuestro sistema inmunológico en las mejores condiciones.
- Tiene efecto energizante y estimulante.
Cómo hacer ajo negro
Para hacer tu propio ajo negro casero no necesitas muchos utensilios y es un proceso muy sencillo de realizar. Puedes utilizarlo para dar más sabor a cualquier plato al que le añadirías el ajo normal pero con un toque diferente. También puedes optar por molerlo y espolvorearlo por ensaladas, pasta, pizza o usarlo como aderezo.
Lo primero que tienes que hace es coger varias cabezas de ajo enteras y ponerlo en un recipiente con tapa. Deben estar a una temperatura constante de 60ºC durante 6 semanas. Si los dejas durante más tiempo, se secarán. También puedes realizar el mismo proceso con una cebolla.