El pasado 7 de abril, un total de 39 personas ratificaron una declaración sobre el futuro de la nutrición. Con motivo del Día Internacional de la Salud, que este año se dedicaba a “La inocuidad de los alimentos”, todos los galardonados con el “Premio Nobel Alternativo” firmaron un documento denunciando que los organismos genéticamente modificados eran “falsos milagros” para conseguir la seguridad alimentaria.
«La variedad de alimentos tradicionales -cultivados principalmente por las mujeres- son muchísimo más nutritivos que las mercancías producidas por la agricultura industrial», sostiene Vandana Shiva -galardonada con el Premio Nobel Alternativo en 1993- y una coalición de grupos de mujeres de la India.
En el documento se exponen que las reivindicaciones de las corporaciones internacionales, que alegan la superioridad de los cultivos de arroz dorados y las bananas genéticamente modificadas en la India, son falsas. En América Latina, por ejemplo, la soja y el maíz son los principales cultivos transgénicos. Se incorporan en la mayoría de los alimentos de producción industrial y se exportan como forrajes para la cría y engorde industrial de ganado.
Uno a uno, los diferentes galardonados dan sus argumentos. «En la región hay más de 50 millones de hectáreas con estos cultivos, que desplazan a campesinos y pueblos originarios. Los pequeños productores generan por lo menos el 70% de los alimentos que se consumen diariamente», explicaba Carlos Vicente, referente regional de la organización internacional GRAIN, promotora de la soberanía alimentaria y reconocida con el premio en 2011.
Otro de los grandes riesgos para la salud de la población y para la biodiversidad se encuentra en el uso de productos pulverizadores con herbicidas, funguicidas e insecticidas. Estos productos se usan siempre en la agricultura transgénica. Debido a su uso, la población de América Latina se encuentra expuesta a los efectos perjudiciales que producen. Entre estas consecuencias hay alteraciones genéticas, malformaciones y cáncer.
Hace pocos días, la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) colocó al herbicida Glifosato, uno de los productos más usados en América Latina para los cultivos transgénicos, en la categoría 2A que significa “probable cancerígeno humano”. Gracias a la investigación llevada a cabo por esta organización, la OMS ha ratificado la categorización de este producto, que es el más usado en el herbicida Round up, de la empresa química Monsanto, muy usado en Latino América.
Sin embargo, la declaración firmada por el total de 39 galardonados con el premio en lo que tiene de vida, no solo advierten de los peligros de los cultivos transgénicos y los productos usados para su crecimiento y cuidado, sino también sobre los costos ambientales e impactos en la salud para la población. Asimismo advierte de las pésimas consecuencias de los cultivos genéticamente modificados de la producción industrial para los pequeños agricultores que se mantienen económicamente a base de su trabajo en el campo.
¿Qué es el Premio Nobel Alternativo?
El Premio Nobel Alternativo, conocido en inglés como Right Livelihood Award, fue fundado en el año 1980 por el Parlamento Sueco. Tiene pretensión de relacionarse con el Premio Nobel, así que los resultados se dan el día anterior a los del Premio Nobel, es decir, el 9 de Diciembre.
El objetivo de este premio es “honrar y apoyar las respuestas prácticas y ejemplares a los desafíos actuales más urgentes”. El premio cuenta, en la actualidad, con 158 galardonados, pues normalmente, el premio se da a un grupo de cuatro personas que representan organizaciones internacionales de hasta 65 países. La Fundación y el premio se mantienen económicamente gracias a donaciones individuales.