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¿Qué es el kéfir? (II)

Hoy venimos con la segunda entrada relacionada con el kéfir. Si en la entrada anterior os hablábamos de qué era, cómo se elaboraba y de dónde provenía, en esta segunda entrada nos vamos a centrar en las propiedades y los beneficios de incluir el kéfir como un alimento de consumo habitual en nuestra dieta.

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Propiedades del kéfir

Su composición nutricional es considerada de alto valor, de igual odo que es considerada la leche de la cual proviene y otros derivados lácteos. Aunque sí que existen pequeñas variaciones entre estos productos. Por ejemplo, si comparamos el kéfir, con la misma cantidad de leche entera y con un yogur entero, a nivel de calorías nos aportan casi la misma cantidad de energía.

Si comparamos la cantidad de macronutrientes, como las proteínas y las grasas, también comprobaremos que los niveles son similares. Sin embargo, la diferencia entre el kéfir y el yogur con respecto a la leche reside en los niveles de carbohidratos. Debido a la fermentación que sufre el producto al elaborarse, disminuye la cantidad de lactosa al transformarse en ácido láctico por tanto, tiene menos contenido en azúcares.

También hay una diferencia nutricional con respecto a la cantidad de agua que tienen tanto el kéfir como la leche, con respecto al yogur. Tanto la leche como el kéfir tienen mayor contenido de agua, con lo que se precisará un mayor volumen consumido de alimento, lo cual provoca una mayor saciedad, antes de que se cubran las necesidades nutritivas requeridas.

En cuanto a los micronutrientes, el kéfir contiene vitamina A, vitaminas del grupo B, vitamina E, y minerales como potasio, calcio, fósforo, sodio y magnesio. Estas vitaminas y minerales aparecen en la misma cantidad tanto en el kéfir como en el yogur y la leche.

Beneficios de consumir kéfir

  • Mejora el tránsito intestinal y aumenta nuestras defensas: gracias a la acción fermentadora de las bacterias y levaduras del kéfir, obtenemos un efecto probiótico que propician una flora intestinal beneficiosa para el estado de nuestros intestinos, así como su protección.
  • Proteínas digeribles: su efecto probiótico aumenta el valor biológico de las proteínas originarias de su materia prima, es decir, las proteínas de la leche. Al estar parcialmente digeridas gracias a la fermentación, se encuentran en forma de aminoácidos, que son mucho más fáciles de digerir.
  • Grasa en el kéfir: la cantidad de grasas dependerá del tipo de leche utilizada para su elaboración, pudiendo ser leche entera, semidesnatada, desnatada o vegetal. Si se elabora a partir de agua, la cantidad de grasas se reducirá, ya que esta no contiene ningún tipo de grasas.
  • Azúcar en el kéfir: propicia una mayor tolerancia al azúcar originario de la leche, la lactosa, debido a que gracias al proceso de fermentación, éste reduce su contenido al transformarse en ácido láctico.
  • Las vitaminas del kéfir ayudan a digerir bien la glucosa: por su contenido en vitaminas resulta beneficioso su consumo ya que nos ayuda a asegurar la ingesta de vitaminas, importantes para un buen funcionamiento del metabolismo de la glucosa.
  • Reduce la acidez: los minerales que contiene el kéfir lo hacen un alimento adecuado para su consumo por su efecto calcificante y como alimento basificante (rebaja la acidez del organismo). Esta capacidad se basa en su riqueza en calcio, magnesio, manganeso y zinc. El kéfir es un alimento alcalino capaz de contrarrestar la acidez de otros alimentos muy ácidos como la mayoría de los alimentos de naturaleza animal, bebidas alcohólicas y otros de naturaleza vegetal.
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