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Cómo alimentar a nuestros niños para esquivar la astenia primaveral

La llegada de la primavera es una buena noticia para casi todos: por fin se acaba el frío, las tardes son más largas para disfrutar en el parque con nuestros pequeños y el sol consigue tocarnos la piel más tiempo y con más facilidad. Los alimentos también cambian; ahora apetece una alimentación más fresca y aparecen nuevos sabores y colores de temporada.

Sin embargo, al comienzo de esta bonita estación muchas veces notamos señales de fatiga o irritabilidad. A los niños también les pasa: les cuesta más empezar el día, están más lentos o, también, pueden tener alguna bajada de defensas inesperada. Se trata de la conocida astenia primaveral, que nos indica que nos estamos adaptando a esta época del año en que el organismo intenta eliminar las toxinas acumuladas durante el invierno, para regenerarse mejor y aprovechar los meses de sol.

Existen algunos cuidados dietéticos simples, pero muy potentes, que conviene tener en cuenta para ayudar a los niños a esquivar estas semanas de cansancio o, mejor dicho, para acelerar la adaptación a esta nueva y maravillosa época del año. Veamos.

CUIDAR SUS ÓRGANOS EMUNTORIOS: NO SOBRECARGARLOS Y NUTRIRLOS PARA QUE RINDAN AL MÁXIMO 

En la primavera los órganos de limpieza se ponen a trabajar a toda máquina para eliminar residuos. Entre ellos, el que sin dudas mereceun cuidado especial es el hígado, ya que es nuestro gran órgano transformador de tóxicos. La Medicina Tradicional China desde siempre nos ha animado a tonificar este órgano durante los meses de primavera y otoño, que son las estaciones en las que más receptivo y activo se encuentra.

Lo primero será llevar una alimentación lo más limpia posible y evitar productos que generan suciedad: embutidos, lácteos y carnes rojas, por ejemplo. En cambio, en esta época del año, le haremos un gran favor a nuestros niños si les ofrecemos proteínas de origen vegetal (legumbres, cereales integrales, semillas y frutos secos) y priorizamos aquellas de origen animal que resultan más fáciles de gestionar por el organismo: pescados y huevos de buena calidad.

En la misma dirección, si ofrecemos una buena cantidad de vegetales en cada comida, estaremos ayudándolos a “barrer” de sus intestinos aquello que no interesa y, además, aportaremos una buena dosis de micronutrientes, clave para que todo funcione correctamente. La clorofila presente en los vegetales verdes es especialmente interesante, pues esta sustancia tiene un gran poder para desintoxicar el organismo y oxigenar los tejidos.

Como la naturaleza es sabia, los alimentos de la primavera tienen especial afinidad con el hígado, con lo cual, lo conveniente seráaprovechar para consumir de temporada: espárragos, coliflor, rabanitos, remolacha, hojas verdes amargas como la escarola y espinacas, las últimas alcachofas y brócolis. Además, valdrá la pena potenciar especias como la cúrcuma o el jengibre, grandes aliadas del hígado y fáciles de incorporar en la dieta de los más pequeños.

Alimentos astenia primaveral niños

ESCOGER ALIMENTOS QUE LES APORTEN UNA ENERGÍA ESTABLE

Los niños necesitarán mucha energía para hacer frente a la primavera y a sus cambios. Intentaremos buscar una “gasolina” que sea lo más estable posible y que les aporte un tipo de energía sin sobresaltos ni bajones.

Priorizaremos fuentes de hidratos de carbono integrales o ricos en fibra, como los de los cereales integrales y las legumbres o como los de la patata y la fruta entera. Y dejaremos de lado aquellos alimentos o productos a base de harinas refinadas y azúcar blanco, que les dan una energía inmediata, pero que también les genera una caída brusca de vitalidad, desequilibrando su salud y su estado emocional.

FAVORECER EL RITMO CIRCADIANO 

Además de escoger bien los alimentos, será muy importante acompañar esta época del año con un buen descanso. Aunque el día sea más largo, debemos prestar atención en cenar temprano y reservar unas cuantas horas para el sueño nocturno reparador.

Esto es vital para que el hígado pueda realizar sus funciones regenerativas durante la noche y los niños se despierten con más energía al día siguiente.

Fuente: Sol Natural

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¿Qué hacemos si nuestros niños no quieren comer verduras?

A los padres nos angustia mucho que nuestros hijos no coman lo que nosotros pensamos que deberían comer. Nos preocupa que no coman suficiente cantidad y nos preocupa que no coman determinados alimentos que sabemos que son importantes para ellos. Esta preocupación se acentúa en el caso de las verduras. Las frutas y verduras son un componente fundamental de una alimentación equilibrada, pero no es infrecuente que los niños atraviesen por épocas en las que las rechazan con intensidad.

A muchos niños y niñas les gustan las verduras desde que son bebés. Es más fácil que esto ocurra si en vez de tomarlas en forma de purés aprenden a saborearlas enteras (al principio bien cocidas y ofrecidas en trocitos) desde que empiezan la alimentación complementaria, y es también mucho más fácil que los niños desarrollen gusto por las verduras si ven que sus padres las comen regularmente y disfrutan con ellas. Los niños son generalmente inmunes a nuestras palabras, pero nadie los gana en su capacidad para observar e imitar nuestros actos.

Pero incluso en estos casos es posible que a una determinada edad muestren rechazo temporal a algunas o muchas verduras. Cuando ocurra esto no hay que preocuparse ni asustarse, y por supuesto no hay que obligar al niño o a la niña a comerlas. Obligar no solo no resuelve el problema sino que acentúa el rechazo y genera estrés y ansiedad en toda la familia.

La mejor actitud es esperar. Ofrecer, pero sin forzar.

Es fundamental que los niños compartan el momento de la comida con sus padres y hermanos, al menos una vez al día, y que nos vean comer frutas, verduras, hortalizas y ensaladas a diario. También ayuda si nuestros hijos nos acompañan al mercado y nos ven elegirlas y comprarlas y si luego las preparan con nosotros. Estos alimentos deben seguir estando presentes en la mesa. Si el niño o la niña no los quiere, podrá comer más cantidad de cualquier otro alimento de los que haya en ese momento, pero no debemos cambiar el menú familiar.

Dentro de la enorme variedad de verduras y hortalizas existente es seguro que encontraremos al menos una que a nuestro hijo le siga gustando. En este caso sí podemos ofrecerle esta verdura con más frecuencia, incluso todos los días. No importa que un niño o una niña se pasen literalmente semanas comiendo la misma fruta o las mismas dos clases de verduras. Este momento pasará y veremos cómo poco a poco ellos se van abriendo a nuevos sabores y texturas y les vuelven a gustar estos alimentos. Y esta vez será para siempre.

Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra, www.mipediatravegetariano.com

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Desayunos saludables para niños ¿por dónde empiezo?

Aitor Sánchez, Dietista Nutricionista y autor del libro y Blog Mi dieta cojea, ha desarrollado una infografía que les puede ayudar mucho a la hora de plantear el inicio del día de forma más saludable:

Desayunos saludables para niños
Desayunos saludables para niños por Aitor Sánchez – Mi dieta cojea

Aquí, incluye varias propuestas fáciles, rápidas y que no fallan! Ya no vale la excusa de «No tengo tiempo»!!. Aitor propone básicamente lo siguiente:

  1. Usar el bol para algo diferente
  2. Dejar a un lado los zumos
  3. Considerar los huevos como una buena opción
  4. Si se toman tostadas que sean de verdad
  5. En caso de elegir un dulce, mejor con una composición casera saludable
  6. Incluir platos que se preparan durante la noche

Además, el Dietista Nutricionista añade en su post una receta de galletas saludables de avena, plátano y chocolate 85% en cacao que está ¡para chuparse los dedos!, ofreciento una opción más saludable para esos antojitos dulces de los más peques, y los no tan peques también:

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